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El faro

Santiago Capriata

Pasadas las seis de la tarde del lunes 7 de junio de 1926, Antoni Gaudí caminaba sus 73 años por las calles de Barcelona.


Quizás pensaba en su infancia y en las fiebres reumáticas que lo habían obligado a sentarse en el pasto mientras todos sus amigos corrían.


O en su adolescencia y en el perfil de dandy que había adoptado durante ésta.


O en Josefa Moreu, la única mujer por la que había buscado el "sí" y escuchado un "no".


O en las palabras de aquel director cuando le entregó el diploma de arquitecto: "Le hemos dado el título a un genio o a un loco".


O en la fachada de la Casa Batlló, que miró y sigue mirando con antifaces puestos.


O en los pabellones del Park Güell, inspirados en el cuento de "Hansel y Gretel".


O en La Pedrera, la casa de los sueños de todas las serpientes habidas y por haber.


O en la Sagrada Familia y en las 16 horas de trabajo que le seguía dedicando sin bostezar ni estornudar, ignorando que años después alguien iba a querer demolerla para construir sobre ella un estacionamiento.


O en las 100 cuadras que había caminado diariamente en décadas anteriores sin quejas ni dolores.


O en los severos ayunos a los que se sometía.


O en ese traje que llevaba puesto hacía más de un mes.


Gaudí quizás pensaba. Porque Gaudí pensaba mucho. Y quizás por eso, por pensar mucho, esa tarde no escuchó el motor del tranvía que lo llevó por delante. Tras el impacto, el conductor pisó el acelerador y siguió su viaje como si nada. Dos transeúntes socorrieron a Gaudí y pidieron ayuda. Un oficial tuvo que obligar a un taxista a trasladar al arquitecto a una clínica porque cuatro automovilistas ya se habían negado a hacerlo.


Nadie, ni en la calle ni en el hospital, reconoció a Gaudí.


Cuando la prensa informó su muerte 72 horas después, Gaudí ya no era el mendigo, el borracho y el loco que paseaba los pedazos de fideos que se le enredaban en la barba. Ahora era el genio, el héroe y el iluminado por Dios.


Dicen que cuando el tranvía lo embistió, Gaudí golpeó contra un farolito que le alumbró la cara y le pidió perdón.


Perdón.


Por tan poquita luz.

1 commentaire


Invité
25 juin 2022

que hermoso carajooo!!!😅

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